La forma tradicional de conservar el pan en el frigorífico ya no resiste las críticas. En términos de seguridad, realmente no tiene igual.
Pero no en términos de gusto. Las amas de casa experimentadas hace tiempo que dejaron de almacenar pan ni en el frigorífico ni en el congelador.
Descubramos cómo mantener el pan fresco, sabroso y sin que se enmohezca.
Dicen que solo una caja de pan hecha de madera natural es adecuada para un almacenamiento prolongado. Pero no es barato.
Otro problema es que rara vez hay espacio para una panera en la cocina o ésta no encaja en el interior.
No, no polietileno, sino lino.
Los sacos de lino y algodón costarán menos que una panera de madera, pero el pan que contienen no se almacenará peor.
Dejan pasar perfectamente el aire, el pan y los bollos no se enmohecen ni se ponen rancios y conservan su sabor.
Si es necesario, puede lavar dicha bolsa en una lavadora automática.
Una bolsa de papel también conserva sus propiedades gustativas, pero en muchos aspectos es inferior a las bolsas de tela.
Además, hay que recordar que las condiciones ideales para el pan es la temperatura ambiente.
Como último recurso, puedes congelar el pan. Pero tendrás que descongelarlo entre 5 y 10 horas antes de usarlo.