Las mandarinas son frutas sabrosas y saludables que aman a adultos y niños. Al mismo tiempo, las amas de casa experimentadas saben que las cáscaras de frutas no se deben tirar.
El caso es que incluso él se puede utilizar en la vida cotidiana y en la cocina.
A muchas plagas, como las polillas y las hormigas, no les gusta el olor de los cítricos. Esto significa que basta con esparcir las costras en los lugares donde aparecen con mayor frecuencia los insectos para repelerlas.
Las cáscaras frescas pueden proporcionar una base para dar sabor natural.
Es necesario molerlos y mezclarlos con especias (clavo, canela o laurel), y luego colocar los recipientes con este producto en las habitaciones.
Algunas personas hacen que el té sea más sabroso y aromático añadiendo cáscaras trituradas. Se debe mezclar con miel y jengibre y luego verter agua hirviendo sobre él.
Basta con rallar la ralladura y mezclarla con la masa para obtener no solo un pastel sabroso, sino también muy aromático.