Un rallador es una herramienta de cocina útil y, en muchos casos, insustituible.
El dispositivo viene al rescate cuando es necesario picar algún producto (queso, zanahorias, patatas, etc.).
Parecería que no hay nada complicado en utilizar un rallador.
Sin embargo, la mayoría de amas de casa llevan años cometiendo el mismo error: instalan el dispositivo incorrectamente.
Casi todos los cocineros aficionados colocan un rallador tetraédrico en posición vertical.
Se trata de una colocación incorrecta de la herramienta, ya que en este caso resulta notablemente más difícil triturar el producto.
Además, los trozos de comida caen directamente sobre la encimera o la tabla de cortar.
Por supuesto, puedes poner un plato debajo del rallador, pero esto no es del todo conveniente.
Antes de rallar queso o verduras, coloque el aparato en posición horizontal.
Este enfoque tiene dos ventajas a la vez. En primer lugar, triturar los alimentos se vuelve mucho más fácil: el cocinero tiene que esforzarse mucho menos.
En segundo lugar, el producto rallado queda dentro de la herramienta tetraédrica. Por lo tanto, no es necesario recoger trozos de comida de la mesa: el producto triturado se puede verter inmediatamente donde sea necesario.