Las toallas de papel, como piensan muchas amas de casa, son necesarias únicamente para secarse las manos o quitar las migas de la superficie de trabajo de la cocina.
Sin embargo, esto no es del todo cierto: este invento verdaderamente ingenioso de la humanidad tiene muchos más usos.
Si por descuido tomó té a granel en lugar de las habituales bolsitas de té en el estante de una tienda, no debe negarse el placer de calentarse con una taza de bebida aromática.
El problema de las hojas de té flotantes se puede resolver colando el té preparado con una toalla de papel.
Las toallas de papel también son útiles cuando se quiere conservar la frescura de las cebolletas, el eneldo, el perejil o cualquier otra hierba aromática durante el mayor tiempo posible.
Para hacer esto, humedezca las toallas con agua, luego envuelva las verduras en ellas y colóquelas en una bolsa con cierre hermético, que debe colocarse en el estante del refrigerador.