Tras la muerte de un ser querido, muchas personas realizan un ritual: colocan un vaso de agua o un vaso de vodka sobre la mesa funeraria. Se coloca un trozo de pan sobre el recipiente.
Todo esto se deja para el difunto.
Y mucha gente comete un error: colocan el recipiente cerca del retrato del difunto.
Si cree en las supersticiones populares, entonces esta acción está mal.
Según las creencias, un descuido de este tipo puede provocar que los espíritus malignos vengan a buscar el "golosina".
Pero el alma del difunto definitivamente no mejorará.
No se debe dejar un vaso y pan cerca del retrato del difunto. Mejor, sobre una superficie en la que no hay nada más.
En 40 días, lo más probable es que el líquido se evapore por completo. Si esto no sucede, se debe verter debajo de un árbol.
Un trozo de producto horneado debe reducirse a migajas. Este tipo de alimento conviene dejarlo para los pájaros.
Bajo ninguna circunstancia se debe beber agua o vodka que le hayan dejado al difunto. Come también un trozo de pan.
También vale la pena enfatizar que realizar el ritual no es obligatorio. Pero los cristianos deben comprender que el ritual tiene raíces paganas.