El film transparente tiene muchos talentos ocultos: por ejemplo, con su ayuda puedes hacer fácilmente un vasito con sorbete o abrir una tapa rebelde. Pero primero lo primero.
El jugo o cóctel derramado es una molestia que le puede pasar no solo a un niño, sino también a un adulto.
Para no tener que perder tiempo quitando las manchas de tu camiseta, prueba a envolver el vaso en film transparente. Haz un pequeño agujero en el centro e inserta un tubo en él.
De esta forma, el contenido del plato no irá a ninguna parte, incluso si accidentalmente tiras el vaso.
Si un frasco de conservas resulta estar demasiado apretado y necesita recuperar su valioso contenido a toda costa, envuelva la tapa con varias capas de film transparente.
Esto evitará que tus dedos se resbalen sobre la superficie metálica y abrir el frasco será mucho más fácil.
Si no quieres abrir tu maleta y descubrir que todo el frasco de la costosa crema facial se ha derramado y arruinado toda la ropa que llevaste en el viaje, deberías volver a recurrir al film transparente en busca de ayuda.
Basta con colocar un pequeño trozo de film entre el tapón y el pico del tubo.