Oh, me da tanta pereza levantarme y hacer algo hoy. Sólo quiero acostarme y relajarme.
La psicóloga Olga Voitsekhovskaya contó cómo superar la pereza.
Pero por dentro, el Agujero Interior se despierta y empieza a picar: “No se puede ser perezoso, hay que trabajar. Levántate, es hora de ponerse manos a la obra. No hay tiempo para descansar, etc.”
Lo único que quieres en esos momentos es silenciar a este Bore y esconderte de él debajo de la manta. Mejor aún, relájate y duerme. Desafortunadamente, esto no siempre funciona; la responsabilidad, la educación y los límites sociales se apoderan de ti y sales de tu cómoda cama y te alejas para hacer cosas.
¿Es esta una situación familiar? ¡No te apresures a reprocharte la pereza! La pereza es un indicador de que algo va mal en tu vida.
Descubramos juntos qué es la pereza y si es tan terrible como solíamos pensar.
La pereza es la falta de ganas de hacer cualquier cosa, no sólo ahora, sino también en el futuro. Este es un estado de ociosidad y parasitismo. Es este tipo de pereza el que la sociedad condena con más fuerza. Por lo tanto, esta condición es extremadamente rara.
En la vida moderna, la pereza es la falta de motivación para realizar alguna tarea que requiera cierto esfuerzo. La pereza también es una prueba de fuego para saber si algo va mal en la vida. Y es importante afrontar este tipo de pereza.
Cuando una persona está muy cansada, es bastante normal que el cuerpo “grite”: “¡Es hora de descansar!” Y en este caso, la pereza te vendrá bien; te ayudará a reponer energías y fuerzas.
Si no tienes un objetivo o te lo impone la sociedad o tus seres queridos, entonces no querrás hacer nada para lograrlo. En este caso, la pereza será motivo para pensar: ¿voy allí?
También sucede que da miedo emprender acciones que conduzcan a una meta, porque no hay confianza en el éxito. Que todo saldrá como tú quieres y no habrá errores. Debido a estos miedos, se enciende la pereza, que viene al rescate y te ayuda a relajarte. Siempre es más fácil no hacer nada. De esta forma se minimizan los errores y fracasos, ¿verdad?)
Cada persona tiene una gran cantidad de tareas que debe resolver todos los días. Sucede que lo haces, lo haces y de repente te quedas paralizado porque no sabes cómo completar tal o cual tarea. En este momento la pereza salva. Recuerdas que estás cansado y te vas a descansar.
Tu cerebro procesa toneladas de información cada segundo. Esta información nos llega de Internet, la comunicación con los compañeros, la televisión, la radio, los teléfonos, los portátiles, los libros, etc. Es bastante normal que el cerebro necesite descansar y carecer de información. En este caso, un poco de pereza sólo será beneficioso.
Nos hemos ocupado de la pereza y de las causas de su aparición, pero qué hacer con todo esto ahora, no.
Por mucho que queramos deshacernos de la planificación, tenemos que admitir que funciona y nos ayuda a vivir. ¿Sabías que la primera regla de la gestión del tiempo es planificar primero tus vacaciones?
Sí, sí, el descanso es la parte más importante. Por eso, recomiendo comenzar tu plan diario con el descanso y luego distribuir el resto de tareas, incluso las pequeñas.
A veces simplemente nos parece que durante el día se ha hecho poco o nada, por eso es muy importante por la noche analizar todo lo sucedido durante el día.
Es mejor hacer esto por escrito, así descargarás tu cerebro de información y verás que el día no fue vivido en vano. La técnica de resumir es simple: en una hoja de papel, escribe todo lo que hiciste durante el día, especialmente observa cuál de estas cosas hiciste mejor.
Luego escribe qué te ayudó a completarlos, qué acciones/trucos puedes usar en el futuro. Asegúrese de anotar lo que no funcionó y por qué, y qué se puede cambiar para que funcione la próxima vez.
Pruébelo y vea qué tan productivo es, y también comprenda que los errores son solo experiencia.
Divida las tareas grandes en pequeñas y las pequeñas en acciones específicas. Esto le dará una lista de pasos simples a seguir para resolver un problema importante.
Esto ayudará al cerebro a concentrarse en realizar acciones simples y no tener miedo de tener que decidir algo.
Si eres completamente vago y no quieres levantarte de la cama, esto puede ser la causa de un agotamiento emocional o depresión. En este caso, es mejor contactar a un especialista. Un psicólogo le ayudará a descubrir cuál es el motivo de su pereza y a elegir una salida a este estado.
La pereza no es tan mala como dicen. Controla tu condición, utiliza ejercicios y recuerda: la pereza es el motor del progreso. A los perezosos se les ocurren inventos ingeniosos para hacerles la vida más fácil. Merecen gratitud, no condenación. Sea perezoso por su beneficio y el de la sociedad.
Permite que la pereza esté presente en tu vida en ocasiones. Gana fuerza y vive tu mejor vida.