Las patatas hervidas son un plato fácil de preparar.
Sin embargo, muchos gourmets todavía cometen graves errores al crear esta guarnición estándar.
Como resultado, las patatas no quedan tan desmenuzables y sabrosas como nos gustaría.
Entonces, ¿cuáles son los errores comunes y graves que convierten las solanáceas hervidas en un plato poco apetitoso?
A esta pregunta respondió Yulia Arkhipova, experta en el campo culinario de la publicación en línea Belnovosti, cocinera y panadera de cuarta.
Muchos cocineros aficionados actúan de la siguiente manera: ponen los tubérculos pelados y cortados en una cacerola vacía, vierten agua sobre la verdura y colocan los platos en la estufa.
Pero el procedimiento correcto es este: verter agua en la cacerola, colocar el recipiente sobre el fuego encendido, esperar a que hierva el líquido y solo entonces echar las patatas.
¡La verdura debe estar expuesta a cambios de temperatura!
Si las patatas peladas se colocan en agua ya hirviendo, el almidón quedará “sellado”. Como resultado, la guarnición se desmoronará.
Hay otro punto importante relacionado con el líquido: no debe haber demasiado.
El agua apenas debe cubrir las solanáceas.
Demasiado líquido puede hacer que las patatas se vuelvan acuosas y sin sabor.
Además, el agua en la que se hierve la verdura no se debe salar demasiado pronto.
Puede agregar cloruro de sodio solo entre 5 y 7 minutos después de que el líquido comience a hervir.
Si se cumple esta condición, la solanácea conservará su forma y consistencia ideales.
Para información
Las patatas hervidas son un plato fácil de preparar a base de patatas peladas, hervidas en agua con sal o al vapor.