Parecería que en el negocio culinario no hay nada más fácil que cocinar albóndigas, pero incluso aquí hay trampas.
Si los cocinas incorrectamente, se pegarán, se pegarán al fondo y perderán su forma.
Yulia Arkhipova, experta en el campo de la cocina de la publicación de la red Belnovosti, cocinera y panadera de cuarta clase, enumeró las reglas mediante las cuales las albóndigas caseras o un producto semiacabado comprado en la tienda quedan jugosos y limpio.
Para cocinar albóndigas necesitas:
• Olla. Es recomendable coger uno de fondo ancho para evitar que las empanadillas se peguen;
• Desnatador;
• Sal, pimienta negra en grano, laurel y especias al gusto;
• Verdes;
• Manteca;
• Crema agria, ketchup u otras salsas.
No es necesario descongelar las albóndigas antes de cocinarlas.
Primero debe verter agua en la cacerola a razón de 1,5 litros por 500 g de albóndigas. Las albóndigas deben quedar completamente sumergidas en agua y no pegarse entre sí.
Salar el agua, agregar hojas de laurel, granos de pimienta u otras especias al gusto para darle sabor. Coloca una olla con agua al fuego para hervir el agua.
Coloque con cuidado las bolas de masa en agua hirviendo en porciones pequeñas, revolviendo ocasionalmente para evitar que se peguen al fondo.
Lleva el agua a ebullición, momento en el que las bolas de masa flotarán hacia la superficie. Luego reduzca el fuego y cocine, revolviendo ocasionalmente, durante 5 a 7 minutos.
Con una espumadera, coloque las albóndigas en un plato, agregue mantequilla y decore con hierbas o salsas al gusto.