El calabacín, por supuesto, es bueno en cualquier forma y en casi todas las combinaciones: este tipo de producto se puede llamar universal.
Por eso, cualquier ama de casa dispone de una gran selección de platos.
Por ejemplo, puedes probar una receta que no dejará indiferente a nadie, señala Yulia Arkhipova, experta de la publicación de la red BelNovosti en cuestiones culinarias.
- dos calabacines medianos;
- cuatro tomates;
- un diente de ajo;
- un huevo;
- cien gramos de queso duro;
- medio vaso de nata (más espesa);
- una cucharada de mantequilla;
- sal y especias.
Primero, lava los calabacines y quítales los tallos. A continuación, elimina los restos de humedad y corta la verdura en círculos. El espesor no debe exceder el centímetro y medio.
Muele los tomates de la misma forma. Moler el queso en un rallador, picar el ajo con un cuchillo.
Toma cualquier forma y cúbrela con una capa de aceite. Agregue el calabacín y los tomates, alternando las verduras. En un bol mezclar la nata, el queso, el ajo, la sal y las especias.
Vierta la salsa cremosa sobre los calabacines. Prepara el plato durante media hora a 180 grados.
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