Las sopas están fuertemente asociadas con los platos más saludables de nuestra dieta, pero esto no siempre es cierto.
Si hablamos de sopas grasas elaboradas con productos familiares que se guardan en el frigorífico durante una semana entera, entonces aportan pocos beneficios.
Sin embargo, el plato siempre se puede mejorar.
A las sopas se les puede añadir no sólo perejil y eneldo, aunque, por supuesto, son productos alimenticios de gran valor. Puedes agregar con seguridad albahaca, mejorana, orégano e incluso un poco de romero a las sopas.
Las verduras se pueden introducir frescas o secas.
Este truco lo suelen utilizar los chefs de los restaurantes, ya que el jugo de estos cítricos puede transformar hasta la sopa más banal.
El componente se introduce literalmente un minuto antes del final de la cocción. Además, se puede utilizar jugo de limón o pomelo como aderezo para el primer plato.
No subestimes esta verdura: es una de las más útiles del mundo gracias a su valiosa composición. Por lo tanto, se puede agregar de manera segura a las verduras al preparar cualquier sopa.
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