La manteca de cerdo es un producto apetitoso, saciante y, contrariamente a la creencia popular, saludable.
Pero para que estos alimentos realmente tengan un efecto positivo en el cuerpo, se deben seguir dos reglas importantes.
El primer matiz es el consumo moderado de manteca de cerdo. Un exceso de estos alimentos en la dieta puede tener consecuencias indeseables.
El segundo punto: es recomendable ingerir el producto a una determinada hora del día.
Las mejores opciones son por la mañana y por la noche.
Para los “mañaneros” o para las personas que tienen que madrugar, se recomienda centrarse en el consumo “mañanero” de manteca de cerdo.
Si comes un poco de este producto (10-30 gramos) por la mañana, a una persona le resultará más fácil trabajar, estudiar o entrenar: claramente tendrás suficiente fuerza.
Otra ventaja de este tipo de desayuno es la posible mejora de la digestión.
Los noctámbulos y las personas que se ven obligadas a estar lo más activas posible durante el día deberían consumir manteca de cerdo por la noche.
Sin embargo, en este momento no es deseable comer más de 10 gramos de producto graso. Y definitivamente no deberías incluir manteca de cerdo frita o ahumada en tu cena.
También es importante destacar que existen dolencias para las que no es deseable comer dichos alimentos. Por tanto, antes de incluir manteca de cerdo en tu dieta conviene consultar a un médico.
Anteriormente te contamos si es posible comer manteca de cerdo con piel.