Los cocineros experimentados saben que hervir remolachas para ensalada no es tan buena idea como hornearlas.
El horno no sólo ayudará a que las remolachas sean más saludables, sino que también realzará su sabor.
Sin embargo, vale la pena conocer un par de trucos culinarios que te ayudarán a conseguir el resultado perfecto.
Pocas personas saben que la sal común ayudará a lograr excelentes resultados al freír remolachas. La verdura resulta dulce y jugosa.
Para ello, coloque una capa de dos centímetros de sal en una fuente para horno y luego agregue las remolachas.
Los pasteleros saben sobre todo que se mete un recipiente con agua en el horno. Esto permite que los productos horneados resulten sabrosos y de alta calidad.
Pero la misma técnica ayuda a mejorar la calidad de la remolacha. En este caso, la verdura nunca quedará demasiado seca.
No todo el mundo sabe que las remolachas pequeñas requieren temperaturas más altas. Por lo tanto, para vegetales en miniatura, lo configuramos de manera segura a 180 grados.
Para remolachas de tamaño mediano, 160 grados serán suficientes. Pero las remolachas grandes se deben cocinar a 140 grados.
Anteriormente hablamos sobre cómo freír adecuadamente las verduras para hacer borscht.