A veces, la cantidad de bolas de masa cocidas resulta ser tan grande que el cocinero y su familia no pueden comerlo todo al mismo tiempo.
Las sobras hay que guardarlas en el frigorífico.
En este caso, las albóndigas durarán entre 1 y 2 días. Lo principal es escurrir el caldo.
El problema es que recalentar las albóndigas de ayer en una sartén rara vez da como resultado un plato realmente apetitoso.
Por lo general, un plato así resulta seco, no muy sabroso y de aspecto poco apetecible.
Pero si utilizas un truco culinario, incluso las albóndigas de “ayer” quedarán perfectas.
Es necesario freír las albóndigas cocinadas ayer o anteayer en una mezcla de verduras y mantequilla.
Añadir un segundo tipo de aceite a la sartén garantiza que aparecerá una costra rosada, crujiente y sabrosa en la superficie del producto.
El plato quedará delicioso y con un aspecto hermoso.
Además, la masa adquirirá una excelente consistencia. La base de harina, que ha absorbido la mantequilla derretida, pierde su “cocción”.
El plato terminado se debe comer con hierbas, pero sin salsas.