La cazuela de requesón puede alegrar cualquier día nublado. Es bueno como merienda y como cena o desayuno completo.
Para que un plato familiar desde la infancia brille con nuevos colores, es necesario abandonar la harina en la receta y reemplazarla con sémola; quedará más sabroso.
1. Mezcle el requesón, los huevos, el azúcar y la vainillina en un bol y triture hasta obtener una masa homogénea.
2. Vierta agua hirviendo sobre las pasas y déjelas por 5-7 minutos. Una vez que esté al vapor, escurrir el agua caliente y secar los frutos secos sobre una toalla de papel.
3. Agregue pasas, sémola, levadura en polvo y crema agria a la masa de cuajada. Revuelva y déjelo durante 15-20 minutos para que la sémola se hinche.
4. Engrasa la fuente para horno con mantequilla y precalienta el horno a 180 grados centígrados.
Vierte la masa en el molde y hornea la cazuela durante 30 minutos.
¡Buen provecho!