Las personas mayores saben que a la leche se le puede añadir no solo miel, sino también sal.
Te contamos en qué casos este truco puede resultar útil.
En primer lugar, agregar sal permite prolongar la vida útil de la leche.
La sal, que tiene propiedades antibacterianas, es un conservante natural.
Una pizca de sal por litro de leche es suficiente. Después de agregar sal, se debe agitar el recipiente con la leche.
En segundo lugar, con la ayuda de la sal puedes salvar la leche que se escapa. Basta con añadir una pizca de sal a la leche y volver a hervir.
La sal eliminará el olor desagradable y la leche se podrá volver a beber o agregar a los productos horneados.