En qué se diferencian los huevos blancos de los marrones: recuérdelo de una vez por todas

05.11.2023 14:15

A la hora de comprar huevos, muchos de nosotros prestamos atención a su color. La gente dice que un huevo con un tono más oscuro es más valioso y no en vano su coste es mayor.

Existe la opinión de que a la hora de preparar determinados platos es mejor utilizar huevos de un determinado color.

¿Realmente deberías prestar atención al color? ¿Existe alguna diferencia entre el blanco estándar y el marrón? Intentemos responder a estas preguntas.

Cualquiera que pruebe los huevos marrones encontrará que su sabor es especial. La yema puede tener un color muy brillante y la cáscara puede ser bastante fuerte. Estas cualidades se pueden ver tanto en huevos claros como oscuros. El color no tiene ningún efecto sobre estas u otras características del huevo.

El color del caparazón depende de qué pollo produjo cada ejemplar. Como regla general, los huevos blancos los ponen aves con plumas blancas y los huevos marrones, las gallinas con plumas oscuras.

Foto: © Belnovosti

Sin embargo, también hay una discrepancia en esta correspondencia. Estas palabras no deben tomarse literalmente.

En primer lugar, la calidad del huevo depende de lo que come el ave y de las condiciones en que se mantiene. El color de la yema también se ve afectado por la dieta de las gallinas.

La resistencia de la cáscara depende de qué tan joven haya sido la gallina que haya producido el huevo. Cuanto más joven es el pollo, más fuerte es.

Mucho también depende de la cantidad de nutrientes que recibe el ave. Todo junto conduce a una cierta resistencia del caparazón.

Sin embargo, ¿por qué los huevos marrones cuestan más? ¿Quizás alguien simplemente esté especulando sobre un color más interesante? Todo depende del tamaño del pollo. Los que ponen huevos marrones suelen ser de mayor tamaño. Esto significa que se necesita más comida para alimentarlos.

En cualquier caso, el color de los huevos no significa nada, y a la hora de realizar una compra hay que centrarse en la frescura del producto.

La opción más cara son los huevos caseros, ya que en un ambiente acogedor las gallinas se sienten más cómodas que en una granja avícola y debería haber más nutrientes en el huevo. Por tanto, el coste de los huevos domésticos es siempre mucho mayor.

Autor: Serguéi Tumanov editor de recursos de internet