Por lo general, para que las chuletas queden suaves y tiernas, se agrega a la base de carne migas empapadas en leche.
Pero esta opción no es apta para todos los gourmets.
Mucha gente quiere que los ingredientes adicionales no estropeen la apariencia y el sabor del plato.
Algunos cocineros usan cebollas. Pero es mejor agregar una verdura con un sabor menos brillante y picante, y así las chuletas siempre quedarán increíblemente tiernas y el aroma de la carne no quedará "enmascarado".
El calabacín actuará como componente salvador. Con un rallador grueso, pique una fruta.
Agrega media cucharadita de sal a la masa resultante.
Después de unos minutos, se debe exprimir el ingrediente para eliminar el exceso de humedad.
La masa de calabacín preparada se debe mezclar con carne picada. Un calabacín rallado debe ser por medio kilo de base de carne.
Agregue hierbas y condimentos a la mezcla. También necesitarás un huevo crudo.
Es recomendable añadir sémola: también es necesaria para que las chuletas queden jugosas. Tres cucharadas serán suficientes.
Después de mezclar bien, puedes comenzar a formar las chuletas. Los “discos” empanizados resultantes se deben colocar en una sartén precalentada en la que previamente se haya vertido aceite.
Pronto el plato estará listo. Se distinguirá por su esplendor y sabor brillante.