A veces los cocineros se encuentran en una situación tan desagradable: el plato está listo, pero luego resulta que se ha acabado la sal.
A veces, el propio gourmet se niega a añadir sal a la comida: quizás la persona quiera reducir el consumo de esta especia.
Afortunadamente, existen varias formas de evitar que la comida tenga sabor.
Existen al menos tres buenas alternativas al cloruro de sodio.
Si vierte jugo de cítricos sobre pescado o carne, el plato definitivamente no quedará insípido.
Además, adquirirá un sabor más interesante. El jugo de limón también es un complemento saludable.
Este producto de la cocina asiática contiene bastante sal, por lo que, en ausencia de un aditivo a granel, es muy posible utilizar uno líquido.
La salsa de soja es un aderezo ideal para ensaladas y un excelente complemento para las sopas.
Las verduras picadas definitivamente agregarán un toque picante al plato.
No será necesario utilizar sal, porque gracias al brillante "picante" la comida ya no parecerá blanda.
Además, el ajo hará que el plato sea mucho más saludable que añadiendo cloruro de sodio.