Para preparar unos despojos sabrosos y saludables, primero debes seleccionarlos.
El sabor del plato dependerá de la calidad inicial del producto.
Por lo tanto, al elegir un hígado, debes prestar atención a detalles importantes.
Mucha gente compra hígados congelados porque es más práctico y económico. Sin embargo, el hígado frío resulta el más delicioso y tierno.
Esto también le permitirá estar seguro de la calidad antes de comprar. Pero a la hora de comprar despojos congelados, tendrás que confiar en el vendedor.
Si nota varias áreas secas o coágulos de origen desconocido en el hígado, es mejor no tomar dicho hígado. En la mayoría de los casos el producto será amargo.
Si hablamos de subproductos de pollo, entonces el color debe ser marrón burdeos. El hígado de cerdo de alta calidad es de color rojo brillante o incluso marrón.
Pero el buen hígado de res se reconoce por su característico color cereza.