En la receta clásica de tarta de queso no hay muchos ingredientes: requesón, huevo, harina, azúcar y listo. Algunas amas de casa piensan que sería bueno agregar también refrescos.
Intentemos averiguar si vale la pena hacer esto y, de ser así, qué resultará de ello.
El primer paso es moler el requesón por un colador metálico y mezclarlo con azúcar.
Simplemente puedes batirlo con una licuadora y luego obtendrás una masa cremosa homogénea.
Luego agrega un par de pizcas de refresco a esta mezcla, mezcla y puedes agregar harina.
Mezclar, formar tartas de queso y rebozarlas en harina.
Freír las piezas de trabajo en una sartén precalentada con aceite vegetal por ambos lados hasta que se forme una costra dorada.
Gracias a la soda, las tartas de queso quedan más esponjosas y, como puedes ver en la receta, sin añadir huevos.
¡Buen provecho!