Las bayas no se hierven, sino que se escaldan con almíbar, por lo que se conservan más propiedades beneficiosas.
La mermelada de grosella espinosa no es menos apreciada que la de frambuesa o arándanos. Pero su preparación tiene sus propias sutilezas.
El primer paso es preparar las grosellas. Usa una aguja para hacer varios pinchazos en cada baya. De esta forma el almíbar entrará, el sabor mejorará, pero los frutos conservarán su forma y no se desharán.
A continuación debes preparar el almíbar. Para ello, combine una parte de agua y dos partes de azúcar. Un volumen más preciso determina la cantidad de bayas.
El almíbar se debe hervir hasta que el azúcar se disuelva. Coloque las grosellas en un frasco y llénelo con líquido dulce.
Las bayas conservan no sólo su forma, sino también vitaminas, minerales y otros componentes útiles. Como beneficio adicional, la pieza de trabajo adquiere una textura no estándar.
El almíbar de mermelada se puede preparar aún mejor. Para hacer esto, debes usar ingredientes adicionales.
Por ejemplo, el almíbar se puede complementar con piel de naranja, especias o piñas. En este caso, hay muchas opciones, por lo que debes partir de tus preferencias personales.