Algunos amantes del café realizan una acción interesante en la etapa final de preparación de su bebida favorita.
Cuando el café está casi hecho, se echa al turco un pequeño trozo de mantequilla.
El producto graso se derrite instantáneamente. El resultado es una bebida ligeramente diferente.
Los gourmets aseguran: el aroma y la consistencia del café en este caso mejoran.
Gracias al aditivo, la bebida se vuelve mucho más sabrosa y suave.
Aparece un aroma brillante y un sabor muy delicado.
Además, la densidad de la bebida cambia: adquiere una agradable consistencia cremosa.
Sólo tiene sentido utilizar el truco del aceite si estás preparando café en turco.
No tiene sentido utilizar el aditivo al preparar café instantáneo. Un ingrediente adicional no solo no mejorará el sabor de dicha bebida, sino que también puede arruinarla.
Un trozo de mantequilla debe estar en el turco unos 60 segundos antes de que finalice la preparación del café.
Si el aditivo acaba en la bebida antes o después de este tiempo, es posible que el truco no funcione.