Los productos más sencillos, multiplicados por sencillos pasos, dan como resultado una deliciosa bebida que te aportará frescor en un día caluroso.
En verano, el té y el café pasan a un segundo plano. Cuando hace calor, apetece algo refrescante, sabroso y ligero.
La composición del jugo o refresco comprado en la tienda no inspira confianza, por lo que muchas personas prefieren preparar estas bebidas ellas mismas.
Vierta 1 litro de agua en una cacerola y lleve a ebullición. Sumerge 4 bolsas (2 cucharadas, si están sueltas) de té verde en el líquido.
A continuación, añade 30 g de menta y déjala reposar durante 5 minutos. Luego toma 1 limón, exprime el jugo y mezcla.
En esta etapa, ya está lista una bebida autosuficiente, pero puedes agregarle miel para darle dulzura. Sin embargo, el producto se añade sólo a la limonada ya enfriada.
Solo queda colar, refrigerar una hora, luego verter en una jarra y servir.
Por experiencia personal: el agua normal se puede reemplazar con refresco y el jugo de limón se puede diluir aún más con otras frutas o bayas. En una palabra, puedes experimentar infinitamente, ajustando el sabor, el dulzor y la acidez de la bebida.