Los primeros días después de que comienza a madurar la primera cosecha de fresas, las bayas se comen así. Luego empiezan a servirlo con nata y azúcar, y cuando están completamente llenos lo dejan pasar a las preparaciones.
Un método popular es la congelación. He aquí cómo hacerlo.
Las fresas deben lavarse, quitarse los tallos y secarse con una toalla de papel. Luego, las bayas deben colocarse en una bandeja o bandeja para hornear y colocarse en el congelador durante 3 a 4 horas. Después de esto, las fresas se pueden transferir a bolsas o recipientes para congelar.
Para ello, mezcle las fresas con el azúcar en una proporción de 1:1. La mezcla se debe mezclar bien y distribuir en bolsas o recipientes.
Las fresas deben lavarse, quitarse los tallos, secarse y picarse en una licuadora. El puré resultante se debe verter en una cubitera con hielo y congelar. Luego, los cubos de puré deben transferirse a una bolsa o recipiente y guardarse en el congelador.
Las fresas deben lavarse, quitarse los tallos y hacer puré. Luego debes agregar crema al puré y mezclar bien. La mezcla resultante se debe verter en moldes y congelar hasta que esté sólida.
Por experiencia personal: la última opción para preparar bayas frescas se considera la más deliciosa de las más rápidas.