Cocinar chuletas de pescado no es una tarea difícil si se tiene en cuenta una regla importante.
Son más difíciles de moldear que los de carne, por lo que las amas de casa experimentadas no rehuyen las proporciones indicadas en la receta.
A veces, desviarse del método de cocción provoca una pérdida de sabor, como es el caso de las cebollas.
Si agregas más de esta verdura de la necesaria, puedes terminar con chuletas amargas que nadie comerá. Ni siquiera el pan y la guarnición te salvarán del sabor desagradable.
Las cebollas crudas son un ingrediente importante en muchos platos. Pero puedes crear milagros culinarios con una verdura solo si la usas con moderación.
En cuanto a las chuletas de pescado, cada 500 g de carne picada se mezclan con 100 g de cebolla.
Los chefs experimentados recomiendan no sólo añadir la verdura, sino también freírla primero en una sartén con mantequilla.
En este caso, no tienes que preocuparte por el amargor. El sabor de las hojas será delicado y muy agradable.