Un simple truco culinario no solo hará que el repollo guisado esté más tierno, sino que también mejorará el sabor.
Al preparar este popular plato, las amas de casa utilizan sal o una variedad de especias.
Pero existe otra opción que aportará un sabor picante y una consistencia ideal. De esta manera no tendrás que verter bolsas de condimentos en la sartén.
El secreto está en el vinagre de mesa común (9%). El producto se añade en 5 minutos. hasta el final de la cocción. Basta verter 1 cucharada. l. en la sartén y revuelva para transformar el plato.
La cantidad de vinagre se puede reducir si preparas una pequeña porción. Aquí todo depende de la situación y de las preferencias gustativas.
Gracias al ácido, la col guisada, que tiene un sabor rústico, adquiere notas más expresivas. Además, evitará que la verdura se ablande y se convierta en “papilla”.
Como resultado, se servirá en la mesa una delicia suave, tierna y al mismo tiempo ligeramente crujiente.