Las albóndigas se suelen servir con crema agria o mantequilla. Quienes vivieron la mitad de su vida durante la era soviética preparan una salsa a base de vinagre de mesa.
Pero además de estos aditivos, así como otros aditivos comprados en la tienda, existe otra opción original para condimentar albóndigas ya preparadas.
Te contamos qué aditivo original te ayudará a redescubrir el sabor de las empanadillas.
Primero hay que derretir la mantequilla y freír las cebollas finamente picadas hasta que se vuelvan transparentes.
Después de esto, bata la nata hasta obtener una espuma espesa y mézclela con el caldo de carne, luego caliéntela a fuego lento.
A continuación, agregue pimienta negra y cebollas fritas a la futura salsa.
Al mismo tiempo, debes recordar remover constantemente la mezcla con un batidor y seguir calentando la salsa.
Cuando esté listo, vierte sobre las albóndigas y sirve.
¡Buen provecho!