Las cebollas crujientes y doradas complementan perfectamente tanto el primer como el segundo plato.
Este ingrediente simple pero bien preparado agregará sabor a la delicia y hará que su sabor sea único.
Pero no siempre es posible conseguir cebollas doradas y crujientes. En ocasiones algo sale mal durante el proceso de salteado y el producto no reúne las cualidades deseadas. Hay varios matices que te ayudarán a preparar cebollas de la mejor calidad.
En primer lugar, las cebollas se cortan en mitades. Luego se colocan en un recipiente y se les agrega 1 cucharadita. sal (para 2 cebollas).
A continuación, cierra el recipiente y agita bien. Luego se deja el recipiente durante 3-5 minutos para que la cebolla suelte su jugo.
Agrega 2 cucharadas a la cebolla. l. harina. Cerrar el recipiente, agitar y dejar reposar unos minutos. A continuación, pasa la cebolla a un colador y agita ligeramente para eliminar el exceso de harina. Si sobra producto, puede quemarse durante la fritura.
Coloque una cacerola, cacerola o recipiente hondo al fuego. Se vierten 150-200 ml de aceite de girasol en el bol.
Calienta bien el aceite y luego agrega la cebolla. Si no caben todas las cebollas, se fríen en porciones. Revuelve la cebolla constantemente con una espátula. Al cabo de unos minutos verás que las cebollas adquieren un bonito color dorado.
Cuando la cebolla haya alcanzado el estado deseado, se retira del plato y se coloca sobre una capa gruesa de papel toalla. Debe absorber el exceso de aceite.
Después de unos minutos, las cebollas se pueden utilizar para preparar varios platos.