En la mayoría de los casos, las tartas, tartas o tartas caseras son productos horneados, sobre todo si hablamos de un manjar como el clásico pastel de miel.
De hecho, puedes arreglártelas con una sartén y hacer pasteles de miel simplemente en una estufa de gas.
Muele la mantequilla en una licuadora, agrega la miel, la harina y una pizca de sal.
Calentar una sartén limpia y seca al fuego, colocar las migas resultantes y freírlas durante 3-5 minutos hasta que estén doradas. Asegúrate de romper los grumos grandes para que las migas queden bien.
Mezcle por separado la crema agria y la leche condensada. Coge una fuente para horno, cúbrela con film transparente y vierte las migas fritas en una capa fina.
Luego vierta encima la crema agria y la leche condensada, luego repita las capas. La última capa debe ser migas fritas.
Coloca el postre en el frigorífico durante 2-4 horas. Durante este tiempo estará en remojo, la nata se endurecerá y gracias al film transparente las tartas se podrán desmoldar fácilmente.
¡Buen provecho!