Punto interesante. Resulta que no solo el sabor, sino también la forma de la pasta terminada depende de cuándo se agregó sal al cocinar la pasta.
Pueden hervirse no sólo porque los productos simplemente se mantuvieron en agua caliente. Por tanto, tiene sentido prestar atención a un punto poco conocido.
La mayoría de los cocineros, incluidos los principiantes, saben que al cocinar pasta, se agrega sal al agua antes de sumergir los productos en ella.
Pero es necesario agregar sal antes de que hierva el agua.
Debido a que la pasta se sumerge en agua hirviendo y con sal, el almidón que contiene permanece en su interior.
Esta es otra gran oportunidad para cocinar no una masa pegajosa, sino cuernos o fideos desmenuzables que mantendrán su forma perfectamente.
Además, conviene recordar que la pasta se debe cocinar en agua hirviendo, es decir, el agua debe estar burbujeando.
Otro punto importante es la necesidad de remover la pasta mientras se cocina. De esta forma no se pegarán al fondo y no se formarán grumos.