El jugo de arándano ha sido considerado una fuente natural de vitaminas y minerales, una bebida de juventud y salud.
No hay por qué tener miedo de beber jugo de arándano todos los días. Las bayas se añaden a papillas, pasteles y se consumen en su forma pura.
Clasificamos las bayas, separamos las estropeadas, colocamos las arrugadas en un colador y enjuagamos con agua corriente.
Luego transfiera los arándanos a una toalla de papel para que se sequen, viértalos en un tazón y tritúrelos con un mortero.
Exprime el jugo con una gasa en un recipiente de vidrio y guárdalo en el frigorífico.
Coloque las bayas trituradas en una cacerola y agregue agua, lleve a ebullición y cocine durante 3-4 minutos.
Colar el caldo con una gasa, dejar enfriar a 50 grados y añadir un poco de miel. Luego mezcle y vierta el resto del jugo de arándano recién exprimido y déjelo reposar.
Ingredientes: 250 g de arándanos, 1 litro de agua, 1 cucharada. cucharada de miel.
El sabor y aroma originales mejorarán varias veces si, al cocinar los extractos, añades al agua varias cajas de cardamomo, un capullo de clavo y un par de estrellas de anís estrellado.
Beber la bebida contribuirá a:
El jugo de arándano tiene un efecto antipirético y diurético. La bebida se prescribe para la prevención de la cistitis.