La Cuaresma no es un tiempo para delicias culinarias, sino un tiempo reservado para pensar en el pasado, el futuro y el futuro muy lejano.
Pero tengo hambre e involuntariamente mis manos buscan productos horneados caseros. El pastel Belyashi o Napoleón no funcionará en este momento, pero el pastel de manzana hará feliz a cualquiera.
Comienza con el relleno. Pelar las manzanas, rallarlas con un rallador grueso, sofreír en una sartén con una mínima cantidad de aceite, verter el jugo de limón, remover y cocinar a fuego lento durante otros 5 minutos.
Agrega el azúcar y cocina por 2 minutos más, pero sin tapa. Luego lo dejamos enfriar.
A continuación, tamizar la harina, mezclar con la sal, la levadura y el azúcar. Agregue aceite vegetal y 3 cucharadas. l. jugo (agua).
Remueve y agrega un poco más de líquido si es necesario.
No amases la masa por mucho tiempo; debe quedar quebradiza.
Cuando esté listo, divídelo en dos trozos de ¼ y ¾ de tamaño.
Engrase la fuente para horno, coloque la mayor parte de la masa en el fondo, extienda y forme los lados.
Coloca el relleno en el interior, espolvorea con las migas de la masa restante y mete la tarta en el horno precalentado a 180 grados durante 25-30 minutos.
Retire los productos horneados del molde solo después de que se haya enfriado.
¡Buen provecho!