Aunque las gachas de arroz se consideran un plato estándar, no es tan fácil prepararlas correctamente.
Cualquier error cometido puede dar lugar a una guarnición no tan apetecible.
Para que el arroz quede fragante y desmenuzable, debes seguir algunas reglas culinarias simples.
De lo contrario, terminarás con un desastre que difícilmente agradará a los gourmets.
Si un cocinero comienza a preparar arroz blanco, se debe observar la siguiente proporción de componentes: por un volumen de cereal, dos volúmenes de agua.
Pero para el arroz integral se utiliza una fórmula diferente, informa MOS Media : para un volumen de cereal, dos volúmenes y medio de líquido.
En la primera etapa de cocción el fuego debe ser máximo. Esto es necesario para que el agua hierva lo más rápido posible.
Tan pronto como el líquido comience a hervir, se debe reducir el fuego al mínimo y tapar la cacerola.
Cocinar a fuego lento es garantía de que el cereal se cocinará correctamente. Estamos hablando de una cocina uniforme. No habrá arroz crudo ni demasiado cocido.
Al preparar una guarnición, muchos cocineros aficionados desean quitar la tapa para comprobar el grado de preparación del plato.
Este deseo es bastante comprensible y comprensible. Sin embargo, es recomendable abandonarlo.
El hecho es que de una cacerola abierta saldrá vapor. Como resultado, puedes olvidarte de cocinar el arroz de manera uniforme.
No se apresure a transferir el cereal cocido a un plato. Es necesario retirar la sartén del fuego y dejar los platos “en paz” durante unos minutos.
Este “descanso” asegura que la papilla conserve su suavidad y esponjosidad.