En los comedores soviéticos se preparaba a menudo un plato sin pretensiones, la ensalada de repollo fresco, y la restauración moderna no tiene prisa por excluir este plato de la dieta.
Su preparación no requiere de ingredientes escasos. Basta con zanahorias y repollo. Pero por alguna razón la ensalada en casa no resultará tan apetecible.
Guarda la receta si quieres probar el mismo plato.
El repollo, pelado de las hojas superiores y los tallos, debe lavarse y picarse.
Las zanahorias se pelan y se rallan en un rallador grueso. La cebolla se corta en mitades finas.
Luego amasan el repollo con las manos para que suelte el jugo, mezclan las verduras en un recipiente hondo, espolvorean con sal, azúcar y por último añaden aceite vegetal y vinagre.
La ensalada se mezcla y se coloca en platos.
¡Buen provecho!