Algunas amas de casa, antes de utilizar especias, las fríen en una sartén seca, o sería más correcto decir, las calcinan.
A menudo se realiza una acción porque así lo aconsejan especialistas culinarios autorizados, pero nadie puede explicar claramente por qué hacerlo. Intentemos resolverlo.
No se trata de saltear, cuando las verduras se fríen en aceite vegetal. En este caso, los aditivos aportan todo su sabor al plato, que muchas veces se indica en las recetas.
En cuanto a calcinar especias en una sartén seca, los defensores de este concepto afirman que después de calentarlas, las hierbas o especias huelen más fuerte.
En realidad, todo es un poco diferente. Cuando se calientan, los aditivos aromáticos comienzan a oler más fuerte, pero todo el aroma se difunde en el aire.
Una vez que las especias se envían a su destino previsto, se pierde el efecto de calentamiento.
En cuanto a la utilidad, el procedimiento debe abordarse de forma estrictamente individualizada. En un caso, el olor y el sabor pueden incluso intensificarse. Pero también puede ser al revés.
Sin embargo, esta técnica puede resultar beneficiosa. Por ejemplo, al preparar preparaciones caseras de carne o leche fermentada (salchichas crudas ahumadas, carne seca, pescado, queso, etc.), no está de más calentar en una sartén especias, especialmente compradas a granel, pero solo para desinfectar.
También se pueden calcinar especias para su posterior procesamiento. Una vez horneados, se volverán quebradizos y se podrán triturar más fácil y mejor.