Las tartas de queso, si se preparan con alma y amor, son un plato sabroso y edificante. Pero sólo dos añadidos pueden hacer que este plato sea aún más apetitoso y reconocible.
La receta no cambiará ni se volverá más complicada. Todo lo que necesitas es una manzana y canela.
En realidad, la receta recuerda por completo a la receta clásica de tarta de queso. Sin embargo, el aroma a canela y manzana los hará aún más reconocibles.
La mezcla de masa se prepara de la forma habitual. Lo único que no debes dejarte llevar es el azúcar, aunque las manzanas estén ácidas no debes añadir demasiado a la masa.
Al freír, esto se convierte en un verdadero problema. Las tartas de queso se esparcen o se deshacen en la sartén.
Por lo tanto, sería más correcto agregar una guarnición dulce al plato o espolvorear con azúcar en polvo cuando esté listo.
Este es un punto mucho más interesante.
Las manzanas, especialmente las más frescas, necesitan ser descorazonadas y peladas.
Luego la fruta se corta en rodajas finas, se espolvorea con canela y se mezcla bien.
A continuación se forman trozos, se rellenan con manzanas y se fríen en una sartén precalentada con aceite vegetal.
Servir con crema agria, yogur o leche condensada.
¡Buen provecho!