Los científicos se esfuerzan por desentrañar el secreto de la longevidad. Estudian hábitos, alimentación, predisposición genética y presencia de enfermedades.
Como resultado, las teorías se multiplican una tras otra, pero aún no hay una respuesta exacta.
Pero como informa la publicación científica BMJ Mental Health, hay un hábito que aumenta las posibilidades de vivir una vida larga, incluso con enfermedades crónicas.
En un estudio, investigadores de la Universidad Sun Yat-sen de China descubrieron que las personas psicológicamente estables tienen menos probabilidades de morir en la mediana edad.
Para ello fue necesario analizar los hábitos y el bienestar de más de 10 mil voluntarios de 50 años y más.
Los altos niveles de resiliencia psicológica redujeron el riesgo de muerte entre los adultos mayores en un 53% en 10 años.
Pero lo más importante es que la relación también se observó en presencia de enfermedades crónicas (el riesgo de muerte se reduce en un 46%) o malos hábitos (en un 38%).
Además, el riesgo de mortalidad disminuyó inmediatamente por todas las causas.
Los científicos ven una explicación para este fenómeno en el optimismo y la determinación de estas personas.
No ceden ante las dificultades, lo que al final repercute positivamente en la esperanza de vida.