Los médicos no son propensos a los engaños y, por lo tanto, no creen en las prácticas de Año Nuevo de hacer realidad los deseos más preciados.
Junto a la tradición de quemar un trozo de papel con un deseo escrito y lavar las cenizas con champán, existe una recomendación sencilla: comerse un trozo de papel con un deseo.
Es poco probable que este ritual ayude a realizar un sueño; más bien, afectará el estado de salud, dijo la terapeuta Elena Lantsova a Sport24 en una entrevista.
Si escribes tu deseo en una servilleta de celulosa y lo comes más tarde, no causará ningún daño particular a tu cuerpo.
Este es un material seguro e hipoalergénico.
Inicialmente, las servilletas fueron creadas para entrar en contacto con los alimentos.
Además, la celulosa en la mayoría de los casos se descompone en el estómago sin causar daño.
Un trozo de papel arrancado de una conocida hoja de papel A4 tampoco causará daño.
Como una servilleta, está hecha de materia orgánica. Al comer un trozo pequeño no tienes que preocuparte por tu salud.
Las cosas pueden ser diferentes si en la producción de papel se utilizan materias primas secundarias (trapos y papel usado).
También debes evitar los papeles estucados y brillantes.
Las muestras contienen sustancias químicas nocivas para la salud.
En este caso, pueden producirse alergias o trastornos gastrointestinales.
También hay que recordar que cuanto más grande sea el trozo de papel, más difícil será de digerir.
Además, no es necesario escribir con un bolígrafo, sino con un lápiz, ya que la tinta también puede contener sustancias tóxicas.
También hay que recordar que el menú de Año Nuevo, incluso sin papel, está lleno de alimentos que agobian el organismo.
Por lo tanto, es necesario pensar detenidamente antes de observar un ritual frívolo y recordarlo con ganas de vomitar, diarrea o estreñimiento.