El colesterol es necesario para la producción de hormonas, vitamina D y la síntesis de membranas celulares. Sin embargo, los niveles elevados de colesterol pueden provocar enfermedades cardíacas y vasculares graves.
Por lo tanto, vale la pena prestar atención a los productos que contienen la mayor cantidad. ¿Cuáles puedes incluir en tu dieta y cuáles debes evitar?
Los huevos son una fuente de muchos nutrientes y proteínas de alta calidad. Un huevo grande contiene alrededor de 186 mg de colesterol y la mayor parte se encuentra en la yema. Algunos estudios muestran que comer huevos con moderación (hasta 7 huevos por semana) no aumenta los niveles de colesterol en la mayoría de las personas.
Si le preocupan sus niveles de colesterol, puede comer huevos, pero es mejor limitar la cantidad que come.
La carne de res, cerdo y cordero contienen más grasas saturadas y colesterol que el pollo o el pescado.
Los amantes de los filetes y las chuletas deben ser conscientes de que el consumo excesivo de carnes rojas puede tener efectos negativos para la salud. Si no quieres renunciar a la carne, elige cortes magros y trata de limitar el número de porciones por semana.
Los productos lácteos enteros como la crema, el queso y la mantequilla contienen cantidades significativas de colesterol y grasas saturadas.
Sin embargo, existen alternativas bajas en grasa y sin grasa que le permiten disfrutar del sabor de los lácteos sin riesgos adicionales para la salud. Vale la pena elegir yogures, quesos y leches desnatadas.
El hígado se considera uno de los récords en contenido de colesterol, alcanzando más de 400 mg por 100 g. Aunque el hígado es una excelente fuente de vitaminas, debe consumirse con precaución. Si no puede renunciar al hígado, intente limitar la frecuencia con la que lo come.
Si bien las semillas de sésamo son una excelente fuente de aceites vegetales y grasas saludables, también contienen pequeñas cantidades de colesterol.
A menos que tengas contraindicaciones, no debes evitar las semillas de sésamo en tu dieta, pero es importante mantener la moderación.
Las salchichas, los embutidos y el tocino pueden aumentar significativamente los niveles de colesterol debido a las grasas, conservantes y potenciadores del sabor añadidos.
Lo mejor es evitar estos productos o elegir opciones bajas en grasas y colesterol.
Las hamburguesas, las patatas fritas y otros alimentos que se venden en los establecimientos de comida rápida suelen tener un alto contenido de colesterol y grasas.
Lo mejor es minimizar el consumo de este tipo de alimentos y preparar alternativas caseras.
Estos platos son populares, pero también suelen tener un alto contenido de grasas y colesterol. Si quieres cocinarlos, puedes utilizar pavo o pollo en lugar de cerdo y ternera, y añadir más verduras.
Algunos mariscos pueden contener niveles altos de colesterol. Por ejemplo, krill y ostras. Sin embargo, también son ricos en omega-3 beneficiosos, por lo que comerlos con moderación puede resultar beneficioso.
El producto se ha vuelto popular debido a sus propiedades beneficiosas. Sin embargo, contiene grasas saturadas, que pueden elevar los niveles de colesterol. Úselo con precaución y moderación.
La mantequilla clásica es una fuente de grasas saturadas y colesterol. En su lugar, es mejor utilizar aceites vegetales (como el de oliva o el de aguacate) para cocinar.
La cuestión del colesterol en la dieta es una cuestión de equilibrio. Los alimentos ricos en colesterol pueden formar parte de tu dieta si los eliges sabiamente.
Mantenga la variedad, elija alternativas bajas en grasas y practique la moderación.
Cuida tu salud y tendrás más posibilidades de disfrutar de tus comidas favoritas sin dañar tu corazón.