Qué se puede comer por la noche sin dañar el estómago: los secretos de la saciedad y el sueño saludable
23.10.2024 00:30
Día tarde. El frigorífico te llama con su luz tenue y tu estómago gruñe traicioneramente.
¿Es esta una situación familiar? Muchos de nosotros nos hemos enfrentado al dilema de comer y arriesgarnos a alterar nuestros patrones de sueño o acostarnos con hambre.
¿Pero existe un punto medio dorado?
Resulta que hay alimentos que se pueden consumir antes de acostarse sin perjudicar la salud y la figura.
Yogur: el amigo de la microflora
El yogur natural sin aditivos es una opción ideal para la merienda nocturna.
Rica en probióticos, ayuda a mejorar la digestión sin sobrecargar el estómago.
El calcio que contiene el yogur te ayuda a relajarte y prepararte para dormir. Agregue algunas bayas frescas para darle sabor y beneficio adicional.
Plátano: ayuda natural para dormir
Los plátanos contienen triptófano, un aminoácido que ayuda al cuerpo a producir serotonina y melatonina, conocidas como las "hormonas de la felicidad y del sueño".
Además, los plátanos son ricos en magnesio, que relaja los músculos y el sistema nervioso. Al comer un plátano antes de acostarte, no solo saciarás tu hambre, sino que también te dormirás más rápido.
Frutos secos: beneficios en un pequeño puñado
Un puñado de frutos secos (almendras, nueces, avellanas) pueden saciar el hambre y aportar al organismo grasas y proteínas saludables.
Las nueces son ricas en magnesio y triptófano, lo que las convierte en una excelente opción para un refrigerio nocturno. Sin embargo, es importante respetar la medida: un pequeño puñado es suficiente.
Manzana con mantequilla de maní
Combinar una manzana con un poco de mantequilla de maní natural resulta en un snack equilibrado.
Una manzana aporta al cuerpo fibra y carbohidratos lentos, y la mantequilla de maní aporta proteínas y grasas saludables. Este refrigerio lo mantendrá lleno durante mucho tiempo y no le causará molestias estomacales.
Avena: un clásico del género
Una pequeña porción de avena cocida con agua o leche desnatada es una excelente cena.
La avena es rica en fibra y carbohidratos complejos que se digieren lentamente, manteniendo estables los niveles de azúcar en sangre. Agregue una pizca de canela para darle sabor y el beneficio adicional de ayudar a regular los niveles de azúcar.
Requesón: bomba de proteínas
El requesón bajo en grasa es una fuente de caseína, una proteína de digestión lenta que te mantiene lleno durante toda la noche.
Además, el requesón es rico en triptófano, que favorece la producción de melatonina, la “hormona del sueño”. Puedes agregar un poco de miel o bayas para darle sabor.
Turquía: no sólo para las vacaciones
Una rebanada de pavo envuelta en lechuga es un refrigerio fácil y saludable.
La carne de pavo es rica en triptófano y proteínas, lo que la convierte en una opción ideal para una cena tardía. Este refrigerio no sobrecargará su estómago y ayudará a restaurar los músculos durante el sueño.
Cerezas: una fuente natural de melatonina
Un puñado de cerezas frescas o congeladas puede ser una gran opción antes de acostarse.
Las cerezas son una fuente natural de melatonina, que regula los ciclos de sueño-vigilia. Además, contiene antioxidantes beneficiosos para la salud en general.
Té de hierbas: un ritual calmante
Una taza de té de hierbas caliente no sólo saciará tu sed, sino que también te ayudará a relajarte antes de acostarte.
La manzanilla, la menta y la melisa tienen un efecto calmante y favorecen un mejor sueño. Es importante elegir tés sin cafeína y no añadirles azúcar.
Kéfir: un líquido amigo del estómago
Un vaso de kéfir antes de acostarse ayudará a saciar el hambre y tendrá un efecto beneficioso sobre la digestión.
Los probióticos contenidos en el kéfir favorecen una microflora intestinal saludable. Además, el calcio y el triptófano del kéfir favorecen la relajación y mejoran la calidad del sueño.