Cuando cae la noche, es mejor cerrar las ventanas. Vale la pena hacerlo incluso cuando afuera es verano con sus altas temperaturas.
Parecería que el aire fresco ayuda a conciliar el sueño, pero los expertos están seguros de que esto es sólo un error.
Un estudio de 2020 realizado por la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz descubrió que dejar las ventanas abiertas por la noche podría tener efectos negativos para la salud.
El caso es que, según los científicos, el ruido del tráfico nocturno afecta en gran medida el bienestar.
Incluso en un sueño, una persona percibe todos estos sonidos, en el nivel subconsciente.
Esta recomendación es especialmente relevante para los residentes de casas ubicadas cerca de la carretera: aquí el nivel de ruido es varias veces mayor.
Los sonidos fuertes pueden alterar el reloj interno del cuerpo (el llamado ritmo circadiano), que regula el funcionamiento de los órganos internos y los procesos metabólicos, funcionales y biológicos.
Las investigaciones muestran que dormir poco o interrumpido debido al ruido exterior aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en el futuro. El ruido también puede aumentar la presión arterial y las hormonas del estrés. La falta de sueño puede provocar problemas mentales como ansiedad y depresión.