Contrariamente a la creencia popular, beber agua durante o inmediatamente después de las comidas no es nada perjudicial.
Sin embargo, en algunos casos todavía tiene sentido consumir bebidas y alimentos líquidos por separado de los alimentos sólidos.
En primer lugar, para personas que padecen reflujo y acidez de estómago. Se les aconseja separar completamente la bebida de la comida.
En este caso, es necesario beber media hora antes o 2 horas después de las comidas.
En segundo lugar, consumir líquidos por separado de los alimentos sólidos es útil en el tratamiento de enfermedades causadas por Helicobacter pylori.
En tercer lugar, sin beber alimentos, se puede reducir la intensidad de las náuseas durante el embarazo.
En otros casos, se puede beber durante y después de las comidas, pero agua, no té ni café. Alteran la absorción del hierro de los alimentos.