Dependencia del clima significa literalmente la dependencia de una persona de las condiciones climáticas.
Debido a un cambio repentino de clima, una persona puede sentirse somnolienta, experimentar dolores de cabeza, debilidad y otras condiciones desagradables.
Según la nutricionista Elena Solomatina , la dependencia del clima se observa con mayor frecuencia en personas que padecen disfunciones del sistema cardiovascular.
Resulta que esta condición puede aliviarse si se niega a incluir ciertos alimentos en su dieta.
Para ayudar al mecanismo que se encarga de adaptar el cuerpo a los cambios de presión, primero debes excluir de tu menú los alimentos con grasas trans.
Se encuentran, por ejemplo, en la margarina, las frituras y las patatas fritas.
Además, asegúrese de que en su mesa no aparezcan productos horneados elaborados con harina blanca, ya que contienen mucha azúcar, que puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón.
También debes reducir el consumo de sal, lo que provoca retención de líquidos en el cuerpo y, como resultado, aumenta la presión arterial.
Por último, otro enemigo de las personas sensibles al clima es el nitrito de sodio, es decir, un aditivo alimentario que se encuentra en muchos productos semiacabados, incluidas las salchichas.
Anteriormente te contamos qué no deben desayunar las personas mayores.