La diabetes mellitus no es una enfermedad rara: lamentablemente, cada vez se diagnostica con más frecuencia.
Cuanto antes una persona pueda detectar la enfermedad, menor será el riesgo de complicaciones.
Los pacientes comienzan a experimentar una sed intensa, que no se puede calmar ni siquiera con una cantidad impresionante de agua: pronto reaparece.
También hay un aumento del apetito. Por ello, los expertos recomiendan prestar atención a los ataques repentinos de hambre que no estén provocados por motivos objetivos.
Algunas personas creen que sólo las personas obesas corren riesgo de padecer diabetes. Sin embargo, a veces uno de los signos importantes del desarrollo de la enfermedad es la pérdida de kilos de más.
Se puede hablar de diabetes si no sigues una dieta o ejercicio.
Uno de los signos menos evidentes de diabetes es la fatiga. Incluso si descansa bien y se libera del estrés, la pérdida de fuerzas no desaparecerá.
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