Muchos sabemos que es mejor no comer patatas fritas, ya que son adictivas.
Este producto puede arruinar la figura y la piel, y también puede provocar el desarrollo de determinadas enfermedades.
De hecho, no es el sabor de las patatas fritas lo que te hace querer tomar un segundo paquete, sino el glutamato monosódico que se encuentra en las patatas fritas.
Hace que el producto sea adictivo y te hace ignorar los pensamientos dañinos. Además, algunos nutricionistas creen que el crujido de las patatas fritas calma los nervios.
Si realmente quieres un poco de crujiente, lo mejor es hacer patatas fritas caseras; todo lo que necesitas es un cuchillo y una patata.
Es deseable que los trozos sean del mismo tamaño; simplemente puede cortar un trozo pequeño, remojarlo en agua durante 30 minutos y secarlo.
Luego mete estas patatas al horno a 180 grados durante 20 minutos. En este momento, puedes hacer un condimento con una mezcla de pimiento fresco, pimentón y tomates.