Expertos de Londres recomendaron que las personas en edad de jubilación incluyan arándanos en su dieta.
Al final resultó que, la baya tiene un buen efecto sobre los vasos sanguíneos y el cerebro.
Como señalaron los científicos, con la edad las personas son más susceptibles a las enfermedades cardíacas, vasculares y neurodegenerativas.
Las funciones cognitivas comienzan a verse afectadas a partir de los 60 años.
¿Pero es posible frenar estos procesos?
Resultó que sí. Pero con la ayuda de una adición al menú.
Los investigadores intentaron encontrar una salida a la situación. Trabajaron con voluntarios de entre 65 y 80 años.
Se dividieron en dos grupos. A un equipo se le dio un placebo y al otro se le dio polvo de arándanos. Resultó que el segundo grupo obtuvo resultados mucho mejores.
El estado de sus vasos sanguíneos era mucho mejor, al igual que su memoria y atención.
La publicación correspondiente fue publicada en The American Journal of Clinical Nutrition (AJCN).