Durante los últimos veinte años, la vitamina D se ha convertido en objeto de gran interés en el mundo científico. Esta revolución comenzó con la teoría de Linus Pauling sobre los beneficios de la vitamina C, aunque algunos científicos creen que Pauling tenía razón pero estaba mal escrito.
Anteriormente se pensaba que la vitamina D sólo era necesaria para la salud ósea, para prevenir el raquitismo en los niños y la osteoporosis en los adultos.
Pero hoy en día, una nueva investigación sugiere que la deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo y causa de muchas enfermedades, como enfermedades cardíacas, diabetes, depresión y cáncer.
Lyudmila Artyushkevich, oncóloga de categoría 1 del Centro Médico HappyDerm, señala que la vitamina D no es la única sustancia, es un grupo de vitaminas que incluye colecalciferol (vitamina D3) y ergocalciferol (vitamina D2). La vitamina D no es una vitamina ordinaria, sino una hormona activa que afecta el funcionamiento de todo el cuerpo.
La vitamina D tiene un efecto beneficioso sobre el sistema inmunológico. Estudios recientes han demostrado que es mucho más eficaz que la vitamina C para combatir infecciones virales y bacterianas.
Todos los componentes del sistema inmunológico tienen receptores de vitamina D, lo que le permite inhibir el desarrollo de enfermedades autoinmunes y alergias.
También se ha descubierto que la falta de vitamina D se asocia con el riesgo de enfermedad grave y muerte por infección por coronavirus.
Tomar vitamina D puede reducir la presión arterial, estabilizar la hipertensión y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
La vitamina D también puede ayudar a prevenir la depresión, que se considera una condición estacional que ocurre durante el otoño y el invierno, cuando hay menos días de sol.
La falta de vitamina D puede afectar negativamente a tu salud de varias maneras. Principalmente, puede alterar el sueño y los ritmos circadianos, y también afectar funciones cognitivas como la memoria y la concentración. En enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la demencia, la deficiencia de vitamina D es común.
La vitamina D también juega un papel importante en el mantenimiento de la salud musculoesquelética. Ayuda a absorber el calcio y favorece la formación de huesos sanos.
La falta de vitamina D puede provocar diversos problemas como huesos blandos y deformados, raquitismo, curvatura de la columna, maloclusión, pie plano y osteoporosis. La vitamina D también es importante para la salud de los dientes, las articulaciones y los músculos.
Niveles adecuados de vitamina D también pueden reducir la probabilidad de desarrollar tumores y cánceres como el de piel, colon, próstata y mama. También es capaz de inhibir el crecimiento de células alteradas y la propagación de metástasis, lo que puede aumentar la esperanza de vida de los pacientes.
La falta de vitamina D también puede afectar la piel, el cabello y los ojos. Puede provocar cabello seco y quebradizo, canas prematuras y calvicie, así como la aparición de arrugas tempranas.
También puede provocar problemas en la piel como acné, vitíligo, psoriasis y eczema. Tomar vitamina D también puede retardar el desarrollo de glaucoma y cataratas.