En otoño, para los conductores resulta mucho más difícil que en verano.
La temperatura del aire desciende, llueve con más frecuencia, hay abundancia de hojas caídas y la duración de las horas de luz se reduce.
No es fácil conducir un coche en estas condiciones.
Y no se trata sólo del deterioro de la superficie de la carretera y de la mala visibilidad.
El problema es que el automovilista no se siente tan bien como en la estación cálida y soleada.
A menudo se siente somnolencia, especialmente por la mañana.
La velocidad de reacción se ralentiza. La persona que conduce se vuelve menos atenta.
Resolver el problema es muy sencillo. Todo lo que necesitas hacer es realizar un simple paso antes de salir a la carretera.
Mientras el motor se calienta, el automovilista debe dar varias vueltas alrededor de su vehículo.
Esta acción te ayudará a animarte y prepararte para el viaje. Al mismo tiempo, el conductor tendrá tiempo para evaluar el estado de los neumáticos y la pintura.
Pero no deberías tomar café. Es mejor reemplazarlo con café caliente: esta bebida restaurará su rendimiento, mejorará su estado de ánimo y no afectará su pulso ni su presión arterial.