Cuando una persona siente celos de su pareja, al principio siente que incluso le gusta.
Entonces empieza a aburrirse. Como resultado, los celos excesivos pueden generar el riesgo de que su pareja realmente le engañe. Si siempre se le acusa de esto, al menos no es en vano.
Al mismo tiempo, el que está celoso se atormenta a sí mismo y de la nada le pone histérico a otra persona. Como resultado, ambos se cansan de esas relaciones.
1. Discute los límites con tu pareja: qué normas son aceptables en tu relación y cuáles no.
Por ejemplo, un hombre puede ir a un bar a tomar cerveza con amigos, pero no puede ir a una discoteca hasta la mañana. Usted acepta esto de antemano.
2. En un ataque de celos, no arregles las cosas. Primero, cálmate, respira, mira la situación con la mente fría: ¿realmente tienes motivos para sentir celos o es tu fantasía? Y luego simplemente actúa si hay algo de qué quejarse.
3. Trabaja con tu propia confianza en ti mismo. Cuando tengas celos, tengas miedo de perder a tu pareja, aférrate a él. Asegúrese de que no pueda encontrar una esposa mejor. Él sentirá tu valor y permanecerá fiel.
4. Compruebe si el miedo por el comportamiento de la otra persona se transfiere a su pareja. Por ejemplo, tu primer marido te engañó y sigue existiendo el temor de que todo vuelva a suceder. Tu papá engañó a tu mamá y tienes miedo de terminar en la misma situación.
Mire las cosas de manera realista: ¿alguna vez esta persona ha dado motivos reales para tener celos? ¿O son tus miedos?
5. Calma tu egoísmo y sentido de propiedad. Tu pareja no es lo tuyo. Una persona tiene derecho al espacio personal, a la comunicación y a viajar sin usted. Cada uno en una pareja puede vivir su propia vida, manteniendo la fidelidad y la comunidad con su pareja. Una unión de dos personas enteras.
6. Si no puedes afrontarlo y los celos están envenenando tu vida, consulta a un psicólogo. Él le ayudará a encontrar las causas subyacentes de los celos y a afrontarlas.